En la década de 1.920 a 1.930, sufre Tuluá la gran transformación. Es en ese período cuando se deciden los grandes cambios y la estructuración de unos fundamentos sobre los cuales se desarrolla la ciudad del futuro. Con la llegada del ferrocarril y la construcción de la Estación en el sector Occidental, se constituye prácticamente un limite físico al desarrollo del Tuluá: la línea del ferrocarril.

Más adelante el auge de esta población que cuenta con grandes recursos agrícolas entre otros, su ubicación geográfica que la convierte en paso obligado para quienes se desplazan entre el norte y sur del país y otros factores que le favorecen en su etapa de crecimiento, atrae personas de todas las regiones de Colombia y da inicio a una expansión urbana que sobrepasa a la vía férrea y la carretera nacional que para esa época contorneaban el paisaje urbano de la Villa de Céspedes